¡Ay, Octubre! Menudo mes este. El paisaje se vuelve de un color anaranjado, podemos sacar ya el abrigo y la bufanda, por la calle te llega el olor a castañas asadas, las tardes de lluvia en casa con un café caliente se pasan en la gloria… y por supuesto, ¡es el mes Halloween! Y como por aquí en Papagaya nos gusta mucho la fiesta de los no-muertos en todas sus facetas, hoy queremos publicar cosillas relacionadas con esta terrorífica festividad.
Vamos a hacer un repaso muy breve a la literatura de terror por si te apetece acompañar a ese café con el mejor amigo que se puede tener: un libro.
Podemos estar de acuerdo en que el terror es uno de los géneros más prolíficos y de los que más se han desarrollado. Con los medios de hoy en día podemos encontrarnos terror de todo tipo, desde el gore al terror psicológico pasando por el género de ciencia ficción y en todo tipo de formatos como libros, cuentos, cómics, películas y series. Moldear y crear en este género no solo llega a resultar divertido, sino que además cuentas con una infinidad de recursos al tratar algo tan subjetivo como el miedo.
El terror en sí mismo no tiene un inicio como género literario ya que desde siempre ha estado inherente en menor o mayor medida en el arte, incluso en cuentos de la tradición popular, pero la mayor gestación de obras empezó en el s. XVIII con la literatura gótica. Surgida en Inglaterra y enmarcada en el contexto del romanticismo, esta literatura fue la reacción contra el pensamiento dominante de la Ilustración que estipulaba la razón como única herramienta para llegar a la verdad y al conocimiento. Aunque la obra fundadora del gótico fuera El castillo de Otranto de Horace Walpole en 1786, su máximo esplendor llegó en el siglo XIX con obras ya clásicas que perduran, que han influenciado hasta nuestros días y que siempre son una delicia leer.
Mary Shelley, con su Frankenstein o el Moderno Prometeo (1818), consiguió una obra llena de filosofía y existencialismo con la premisa de un monstruo que, aun no decidiendo haber nacido y sintiéndose un error de su creador, quiere ser un humano. Aunque, por contraparte, en estilo y narración pueda resultar más aburrido que Drácula (Bram Stoker, 1897), que tiene una trama trepidante y un protagonista que detesta y depreda a los humanos. Se podrían considerar como las mayores influencias del género ya que la cantidad de versiones de ambos hechas en cine, televisión y libros es escandalosa, pero también existen obras cumbre que pueden resultar menos conocidas como Los Misterios de Udolfo (1794) de Ann Radcliffe, El Monje (1796) de Matthew Gregory Lewis, El Fantasma de la Ópera (1910) de Gaston Leroux, Manuscrito Encontrado en Zaragoza (1804) de Jan Potocki y muchas más muy recomendables.
Edgar Allan Poe no es solo un clásico inspirador, sino una indispensable lectura. Con sus relatos de terror ha sido capaz de crear auténticas obras de arte macabras, intrigantes y angustiosas como sus famosos El Gato Negro y El Corazón Delator, capaces de incomodar a cualquiera que se sumerja también en sus poemas (quién no conoce El Cuervo y sus tajantes «nevermore») o en su novela La Caída de la Casa Usher y que también ha sido versionado y reimaginado en todas sus formas. Otros buenos autores de relatos macabros son Arthur Machen y M. R. James. Junto a él cabe hacer especial mención a H. P. Lovecraft y su influencia en la corriente del horror cósmico, una corriente que se aparta del terror clásico de fantasmas, demonios y elementos sobrenaturales para introducir ciencia ficción como dimensiones, viajes espaciales, alienígenas, etc. ¿Quién no conoce a Cthulhu y su infinito poder de destruir el mundo? Gracias a la imaginación de Lovecraft tenemos obras tan buenas como las de su etapa de Los Mitos de Cthulhu o La Búsqueda onírica de la desconocida Kadath (1943) perteneciente a su etapa onírica. Otro autor que, aunque no lo parezca, ha influido mucho en la literatura clásica del estilo es H. G. Wells con sus primeras obras de ciencia ficción La máquina del tiempo (1895), La isla del doctor Moreau (1896) y El hombre invisible (1897) y la atrevida La guerra de los mundos (1898) que fue la primera novela en mostrar el concepto de vida en otros mundos y, sobre todo, la conquista de la Tierra.
Hay muchísimos más autores en el género y obras que sería demasiado pesado repasar en una sola entrada, por eso me he dedicado a los muy básicos pero que son indispensables, sin embargo tú puedes hacernos una recomendación, ¿cuál es tu libro de terror clásico favorito?, ¡nos encantaría saberlo!
Fuentes:
http://www.laespadaenlatinta.com/2015/03/guia-literatura-terror-obras-fundacionales.html
http://jackmoreno.com/2013/12/27/18-mejores-libros-de-novela-gotica/
http://www.ecured.cu/index.php/Literatura_G%C3%B3tica
Autor: Paula Quintana